¿TIENE SU BEBÉ RETRASOS EN EL DESARROLLO PSICOMOTOR?

¿TIENE SU BEBÉ RETRASOS EN EL DESARROLLO PSICOMOTOR?

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¿TIENE SU BEBÉ RETRASOS EN EL DESARROLLO PSICOMOTOR?

La noción de retraso psicomotor implica, como diagnóstico provisional, que los logros del desarrollo de un determinado niño durante sus primeros 3 años de vida aparecen con una secuencia lenta para su edad y/o cualitativamente alterada. Estos retrasos, en algunos casos, pueden ser una señal de algo más grave.
Generalmente, un niño que se retrasa en realizar ciertas actividades se equipara con los otros niños. Pero a veces, el retraso en el desarrollo es una señal de enfermedad. La detección de estas señales y de la enfermedad lo antes posible ayudará a su hijo a recibir la atención que necesita.
Señales de un retraso en el desarrollo físico o un retraso motriz temprano​
  • Retraso en la acción de rodar, sentarse o caminar.
  • Control inadecuado de la cabeza y del cuello.
  • Rigidez o flacidez muscular.
  • Retraso del habla.
  • Dificultad para tragar.
  • Postura del cuerpo flácida o incómoda.
  • Torpeza.
  • Espasmos musculares.
  • Preocupaciones comunes de los padres sobre el retraso en el desarrollo físico​​
Un buen y adecuado desarrollo físico y psicomotriz es muy importante, debido a que intervienen muchas áreas en conexión con este funcionamiento:
A nivel motor
  • Facilita la adquisición del esquema corporal, permite que el niño tome conciencia y percepción de su propio cuerpo.
  • Favorece el control del cuerpo, a través de la psicomotricidad el niño aprende a dominar y adaptar su movimiento corporal.
  • Ayuda a afirmar su lateralidad, control postural, equilibrio, coordinación, ubicación en tiempo y espacio.
 A nivel cognitivo
  • Estimula la percepción y discriminación de las cualidades de los objetos así como la exploración de los diferentes usos que se les puede dar.
  • Crea hábitos que facilitan el aprendizaje, mejora la memoria, la atención y concentración, así como la creatividad del niño.
  • Introduce nociones espaciales como arriba-abajo, a un lado-al otro lado, delante-detrás, cerca-lejos y otros más, a partir de su propio cuerpo.
  • Refuerza nociones básicas de color, tamaño, forma y cantidad a través de la experiencia directa con los elementos del entorno.
 A nivel socio-afectivo
  • Sirve como un canalizador, ya que el niño puede descargar su impulsividad sin culpabilidad. Esta descarga será determinante para su equilibrio afectivo.
  • Se integra a nivel social con sus compañeros, propicia el juego grupal.
  • Ayuda a enfrentar ciertos temores, el niño fortalece no solo su cuerpo sino también su personalidad superando así ciertos miedos que antes lo acompañaban.
  • Reafirma su autoconcepto y autoestima, al sentirse más seguro emocionalmente, como consecuencia de conocer sus propios límites y capacidades.
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