CONDUCTAS DISRUPTIVAS Y EL TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

CONDUCTAS DISRUPTIVAS Y EL TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

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CONDUCTAS DISRUPTIVAS Y EL TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

Se trata de una pauta de comportamiento recurrente y persistente en la que se desafían las órdenes de las figuras de autoridad, comprobando una y otra vez los límites establecidos, ignorando órdenes, discutiendo, mostrando hostilidad hacia compañeros o adultos y molestándolos deliberadamente o agrediéndoles verbalmente. Se manifiesta de forma invariable en el contexto familiar, pudiendo manifestarse o no, en otros contextos como la escuela. Se muestra con mayor evidencia con adultos o compañeros muy conocidos.
En los años escolares puede haber baja autoestima, labilidad emocional, poca tolerancia a la frustración, uso de palabrotas, uso temprano de alcohol, tabaco y substancias ilegales. Son frecuentes los conflictos con padres, profesores y compañeros. Es común el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. También pueden aparecer trastornos del aprendizaje y trastornos de la comunicación.
Inicio y Curso del Trastorno Negativista Desafiante
Se manifiesta antes de los 8 años habitualmente y no más tarde del inicio de la adolescencia. Los síntomas se mantienen meses o años y bastantes de los casos son antecedentes del Trastorno Disocial.
Patrón Familiar Trastorno Negativista Desafiante
Es más frecuente en familias donde al menos 1 de los padres ha padecido: trastornos del estado de ánimo, Trastorno Negativista DesafianteTrastorno DisocialTrastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, Trastorno Antisocial de la Personalidad o Trastorno por Consumo de Substancias. También en familias en las que existen problemas conyugales graves.
Diagnóstico Diferencial Trastorno Negativista Desafiante
Se distingue del Trastorno Disocial por la gravedad de los síntomas y no se diagnostica si existe éste. Suele asociarse a los trastornos del estado de ánimo y trastornos psicóticos de niños y adolescentes por lo que no se diagnostica si se hace con éstos. Se diferencia del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad por la falta de intencionalidad en el no seguir las órdenes y en que en éste no se da tan frecuentemente el desafío, si bien se puede establecer un diagnóstico doble de ambos trastornos. Una observación cuidadosa permite no confundir el síndrome con el Trastorno de Comprensión del Lenguaje y del negativismo o rebeldía de algunas etapas evolutivas.
¿Cuál es el tratamiento?
La mayoría de las explicaciones sobre el inicio del trastorno hacen referencia al desarrollo de un apego inseguro en el niño así como a unas pautas y límites familiares inconsistentes.
El tratamiento en sí va dirigido a:
-Aumento de habilidades sociales.
-Entrenamiento en tipos de refuerzo dirigido a los padres.
-Establecimiento y mantenimiento de límites y normas, así como de contingencias.
-Entrenamiento en técnicas para reconocer y manejar la ira y la ansiedad.
¿Qué hacer si mi hijo con TND tiene conductas disruptivas en la escuela y en casa?
1.- Explora y escribe cómo su hijo percibe las reglas y figuras de autoridad.
2.- Fomente un mayor nivel de confianza con su hijo mediante un consistente contacto visual, escuchando activamente lo que dice y siendo amable. Esto lo ayudará a descubrir sus pensamientos y sentimientos.
3.- Reconozca y elogie las conductas apropiadas e ignore los comportamientos indeseables superficiales.
4.- Contribuye a restaurar su autoestima (no le juzgue).
5.- Explique a sus profesores y las figuras de autoridad cercanas a su hijo que siempre es mejor reconocerle las conductas positivas que castigarlo por conductas negativas. No aplicar castigos excesivos o demasiado rígidos ya que pueden provocar la aparición de respuestas agresivas por parte del niño/a. (Por ejemplo: no castigar sin ver TV por un mes si no se puede cumplir).
6.- Comente a sus profesores y figuras de autoridad cercanas que es mejor escucharlo, si hubo algún problema es necesario darle la oportunidad de que explique sus razones, a fin de entender por qué actuó de determinada manera.
7.- Establezca y escriba qué comportamientos considera que son aceptables o inaceptables, para sus profesores, compañeros y familia. Háblelo con su hijo para que esto promueva las conductas prosociales (ayudar a otros) y de cooperación.
8.- Anímelo a que identifique y hable sobre la conexión entre sus sentimientos y sus conductas desafiantes, negativistas y hostiles; lo mismo que de los sentimientos asociados a las conductas prosociales y de cooperación.
9.- Recuérdele que el respeto que pide para él (ella), es el mismo que debe ofrecer para los demás.
10.- Identifique los desencadenantes o causas de los sentimientos de enojo, pregúntele y elabore una lista de los individuos y situaciones que le generan sentimientos de enojo y las razones para esto.
11.- Informe a los profesores y figuras de autoridad cercanas que deben ser consistentes con los cambios de crianza hacia su hijo, si algunos días es amable y otros agresivo/a, la conducta de su hijo/a será peor.
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