CONTROL DE ESFINTERES

CONTROL DE ESFINTERES

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CONTROL DE ESFINTERES

Para iniciar el control de esfínteres el niño tiene que tener unos requisitos previos:
– Distinguir verbalmente ambas funciones: pipí, caca
– Capacidad de retención: si es capaz de permanecer seco durante una hora u hora y media, está preparado.
– Permanecer sentado en una silla durante 10 minutos por indicación del adulto
– Seguir instrucciones simples
– Tener una progresiva autonomía para bajar y subir prendas.
Si piensas que llegar a controlar este proceso le está costando a tu hijo, con estos consejos podrás conseguir que tu pequeño logre un adecuado control de esfínteres desde casa:
– Es importante que tu hij@ tenga una adecuada motivación para lograr la colaboración en el proceso de aprendizaje. Deberás tener una actitud positiva ante posibles actitudes de fracaso, es decir, no reñirles si se le ha escapado.
Sobre todo, es muy positivo que aprendas a valorar los progresos que va alcanzando y aceptes los accidentes.
– Respecto a la elección del orinal o asiento reductor, se buscará como norma general la situación en que tu hij@ se sienta más seguro y cómodo. En caso de empleo del asiento reductor, puede ser conveniente utilizar un elemento que sirva de apoyo para los pies del niño.
Es más aconsejable iniciar el aprendizaje directamente en el váter con su asiento reductor, ya que el aprendizaje es directo, de la otra forma el orinal sería el puente o tránsito para el váter y a muchos niños les cuesta reeducar ese aprendizaje.
En el caso de que se emplee el orinal es necesario que esté junto al váter, es incorrecto ponerlo en el salón o en su cuarto….
– Evitar darle juguetes, comida o realizar otras actividades mientras está sentado.
– La forma de reaccionar ante los accidentes será limpiarlo y cambiarlo sin una especial atención positiva o negativa.
– El reforzamiento positivo es el método más recomendable para obtener la colaboración de tu hij@. Preferimos el refuerzo social y claramente consecuente con las conductas esperadas en cada momento.
– Puede ser adecuado el empleo de modelos, (ver cómo su hermano lo hace, sus compañeros). El aprendizaje se favorecerá con ello.
  • Control de la defecación:
– Si tiene el hábito de hacer caca, reforzarle por permanecer sentado, si en 5 minutos no se produce la deposición se le levanta y más tarde se intenta de nuevo,  si no, se le levanta y no volver a pedírselo.
– No habrá ninguna actuación negativa si se mancha, se limpiará sin darle importancia.
  • Control del pipí:
– Ayúdale en mayor o menor medida a desvestirse, reforzando su colaboración.
– Refuérzale en el inicio de la eliminación y ayúdale a recorrer el resto de los pasos de la cadena.
– Si no lo hace tras permanecer 5 minutos sentado, levántalo sin la mayor atención, sin volver a sentarlo en una segunda ocasión.
– Estar atentos a cualquier indicio que os señale que se va a producir y llévalo al servicio.
– Llevarlo al principio cada 15 minutos prolongándose ese tiempo hasta la hora y media.
– Como norma general, id incrementando de 15 a 15 minutos el tiempo esperado para llevar al niño al servicio.
– Incrementa paulatinamente su autonomía, una vez lograda la colaboración de tu hij@ en los pasos anteriores, en lugar de acompañarle al servicio, pregúntale si tiene ganas de hacer pipi o caca. Cuando tu hij@ te conteste afirmativamente, acompáñalo. Si contesta negativamente, vuelve a preguntarle transcurridos unos minutos.
A modo de conclusión, ten en cuenta que es más fácil el control de la deposición (caca). Es decir, cuando el niño tiene una pauta regular para la eliminación intestinal, puede comenzarse controlando únicamente las deposiciones.
Una vez iniciado este control, se ampliaría al control de la micción (pipí). Pero si no tiene un hábito regular de eliminación de las heces, el control se centrará en la eliminación del pipi.
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