El diagnóstico es un estudio previo a toda planificación o proyecto y consiste en recopilar y tratar información relevante de lo que le pasa al menor con el fin de comprender su funcionamiento, así como poder identificar las debilidades y fortalezas presentes.

Si piensa que su hijo/a come poco, primero haga un registro de lo que en realidad come. Puede que coma lo suficiente y, por tanto, no deba preocuparse. Anote horas/veces en las que come algo, cantidades y tipos o variedad de alimentos. Parta de la premisa que no todo el mundo necesita comer lo mismo y hable con el pediatra de las cantidades adecuadas para la edad y las características de su hijo/a.

Generalmente, un niño que se retrasa en realizar ciertas actividades se equipara con los otros niños. Pero a veces, el retraso en el desarrollo es una señal de enfermedad. La detección de estas señales y de la enfermedad lo antes posible ayudará a su hijo a recibir la atención que necesita.

El movimiento afecta a las emociones de los niños y les enseña la afectividad, da lugar a que se relacionen con otros niños a través de los juegos en grupo y aprenden a controlar los movimientos de su cuerpo y a tomar consciencia de él. Además, consiguen equilibrio, ubicación en el tiempo y el espacio, control de las posturas y coordinación. Desarrolla su creatividad, fomenta el aprendizaje y mejora la concentración, la atención y la memoria. Mejora su autoestima y les permite enfrentar algunos miedos, ayudándoles a desarrollar su personalidad.