Tener la oportunidad de disfrutar de un cuidado de calidad, para poder ofrecer a nuestros/as hijos/as el cuidado necesario. Sin atender a culpas. Sin atender al qué dirán. Del mismo momento en que vuestro peque con necesidades empieza a necesitaros, es necesario que se produzca lo que llamamos “proceso de ajuste”, necesario entre la persona/s cuidadora/s y (en este caso) nuestro hijo/a.
La afectividad está constituida por la vivencia y expresión de los diferentes estados afectivos que tiene el ser humano en relación a sí mismo, a su estado físico y sobre todo a su entorno social. Comprende emociones y sentimientos. Son un estado de agitación y excitación que aparece en cada persona como respuesta a un estímulo. Todas las emociones producen respuestas fisiológicas.
El juego constituye una actividad necesaria para los seres humanos teniendo suma importancia en la esfera social, porque permite ensayar ciertas conductas sociales siendo, a su vez, una herramienta útil para adquirir y desarrollar capacidades intelectuales, motoras o afectivas. Todo ello se realiza de manera placentera y gustosa, sin sentir obligación de ningún tipo. El juego es además algo innato a todas las culturas.
El desarrollo de la sexualidad en los/as niños/as se divide en diferentes etapas, dependiendo de la edad y de las capacidades adquiridas por nuestro niño/a. En ocasiones, durante la niñez, y con el objetivo de descubrir la propia identidad los niños/as tienden a manifestar conductas sexuales.